sábado, 12 de abril de 2008

Aceite de oliva, un caso exitoso

ACEITE DE OLIVA, UN CASO EXITOSO

LAS PYMES PRODUCTORAS DE ACEITUNAS GANAN MERCADOS. UNA DE ELLAS TAMBIÉN EXPLOTA EL TURISMO.

El repunte de las manufacturas de origen agropecuario, fue fundamental para el desarrollo de la provincia. Entre ellas esta el aceite de oliva, producido en su mayoría por pequeñas empresas. Las ventas al exterior de esté producto crecieron 619% entre 2000 y 2005, hasta Alcazar los US$ 21 millones anuales. El aceite de oliva mendocino tiene tanta calidad como algunos vinos, aunque su fama este menos difundida.

La localidad agrícola de Cruz de la Piedra, a 20 kilómetros de la capital provincial, una fábrica de oliva concentra la atención turística. Se trata de Laur, una forma que cumplió 100 y desde 2005 es propietaria de agroindustrias Andreani. La fabrica mendocina perdió su anonimato desde que decidió aprovechas la marea de turistas que cada año llegan a la provincia atraídos por sus vinos y la gastronomía asociada a la alta enología. Pasaron a ser un producto distinto del clásico recorrido por las bodegas, una salida imperdible para aquello que viene de paseo por Mendoza. Comenzó a recibir visitantes y potenciales clientes sin contar con un espacio para la degustación o compra del producto. Pero la respuesta fue tan masiva que los entonces dueños, la familia carrasco, invirtieron $25.000 en un salón de 100 metros cuadrados para degustación y ventas de productos. La sala fue abierta en 2005: desde ese momento reciben entre 300 y 500 personas por día, un total de 40.000 turistas al año.

El visitante es introducido por una guía bilingüe en el rito de la degustación de la aceite de oliva, que se sirve en pequeños vasos de color azul. El paso siguiente será el de descubrir su sabor, con pan casero, mostaza casera y tomates secados al sol, remojados en aceite. Al final del recorrido se ofrecen las en la góndolas las marcas propias y otros productos de la zona, como nueces y almendras, a un precio 50% menor que en los supermercados. Los turistas compran casi $60.000 al mes.

El nivel de venta proyectado para este año, por la empresa, es similar al del 2005; cerca de $2 millones. La fabrica tiene una estructura chica; son 25 empleados, entre la parte operativa, administrativa y el área de la producción y el turismo. La plantación propia también es pequeña, con apena 10 hectáreas de olivos. El resto se compra a más de 300 proveedores de materia prima.

Si el turismo le permite a Luar ganar clientes en el mercado interno minorista, sus resultados de ventas al exterior son cada vez mejores. Y han alcanzado la ansiada menta del destino del 50% de sus ventas a la exportación. Sus principales compradores son Chile, Estados Unidos y brasil.

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